Recapitulando en Navidad ♡

Y aquí es cuando la nostalgia de un año casi concluido llega a mi mente...

Comencé el año con cierto número de personas y haciendo cuentas no quedan ni la mitad.
Me rompieron el corazón unas 3 veces, quizás fueron más y las he bloqueado para no sentirme tan derrotada en cuestiones de confianza y cariño.

En 366 días pueden pasar más cosas de las que no podría escribir en otros 366, me traicionaron un par de veces, fui la mala en algunas historias como de costumbre, me obsequiaron algunas sonrisas que juré eran sinceras y resultaron ser tan falsas como que Santa Claus puede comer una tonelada de galletas en menos de 8 horas.

Como siempre di mi confianza y abrí mi corazón como libro de biblioteca en épocas de exámenes y terminaron por mal arrancarme hojas, me hicieron rayas con tinta negra y por si fuera poco me derramaron café en la página número 138, pero eso ya es culpa mía por no haber aprendido del año anterior.

Aquí es donde te das cuenta que tu personalidad no es la misma del Diciembre pasado, hasta podría presentarme nuevamente con mis viejos amigos pues si cierras los ojos y me escuchas podría jurar que hasta a mi tono de voz le ha disminuido la temperatura unos 10 grados centígrados.

Esta Navidad, se que un par de lágrimas más invadirán mis ojos al ver mi mesa y darme cuenta que algunos asientos no serán ocupados, sobraran copas en la alacena y serán menos abrazos que años anteriores, desearía mandar alguna postal hasta el cielo, decirles que los hecho de menos y cuanto los quiero.
Desearía poder dejar una carta en mi árbol y pedir un minuto más con mi abuelo, con mi padre y decir todo aquello que por creer que aún había tiempo callé.

Este año si que me han venido golpes al pecho, pero dejaré todo al tiempo, que no hay dolor que dure para siempre y lo que hoy me entristece se que la próxima navidad puede ser diferente.