Lo que una bala me robo.




Y amaneció... nuevamente hace frió, esta nublado... ya van varios días que amanece de la misma manera, creo que no soy la única con el alma rota. 

A diferencia de ti, me encantan los días como hoy, grises, con el aire helado que sopla a la cara y cuesta realizar muecas. El rocío la mejor excusa para quedarme en casa contigo a tomar chocolate mientras buscamos alguna película. Pero hoy no es posible, pues hace meses que no estás aquí. Han pasado tantos días nublados y tu... sigues ausente. Pero sigo mirando la ventana, viendo en realidad ninguna parte. Cada vez que este dolor me oprime el pecho al grado de quitarme la respiración miro hacia afuera, esperándote, y así vivo permanentemente, en espera. A tu espera.

¿La distancia hace más grande el amor? 
He escuchado millones de veces que no, pero yo hoy puedo decir que si. Yo siento que te amo mucho más desde tu ausencia. La vida esta llena de cosas extrañas y misteriosas, pues cuando te conocí no tenía ni la menor idea de que serías el amor de mi vida. A decir verdad no me caíste bien del todo en un principio, eras tan pesado, no te soportaba ni a ti ni a tus constantes chistes, ¿Sabías? Me molestaba toparme con tus gracias y ser la actriz principal de tu gran sonrisa. 

Recuerdo... El día en que llegaste a mi por detrás poniendo tu cabeza en mi hombro, te acercaste al oído y me dijiste "Los ojos más bonitos que he visto en mi vida." Me quede inmóvil. Al mirarte ya no pude hacer nada más, tus enormes ojos cafés se clavaron en mi alma, y en ese instante comencé a quererte. Hace más de 8 años de eso y aún recuerdo la sensación que me recorrió el cuerpo cuando entendí que me estaba enamorando de ti.

Pero solo son recuerdos, instantes... tan pequeños, que me encanta vivir y volver a sentir cuando cierro mis ojos, queriendo estar contigo una vez más. Mi vida sin ti solo son recuerdos, me la paso durmiendo solo para estar contigo, por favor no me dejes durmiendo de por vida, mi cielo, te necesito. Los recuerdos son buenos, son perfectos, tu te encargaste de llenarme la vida de buenos momentos, tu me despertabas con un beso, a veces dos o tres. Tu con tu mágico poder de hacerme dormir en un minuto al tenerme entre tus brazos. Tu nariz tan cálida rozando mis mejillas, tu piel... tan suave, tan mía. Saber que estabas ahí sin haber abierto los ojos, era una señal de que sería un buen día. Hace tanto tiempo que me cuesta dormir, y cuando despierto... estoy sola, sin besos, sin ti. He tratado de acostumbrarme, y no puedo, dicen que una costumbre se logra en 21 días, ya van meses y no consigo hacerlo, solo estoy resignada, ahora todo es distinto, mis mañanas, mis tardes, mi vida.

¿También llevaras la cuenta como yo desde ese día en que te alejaste? ¿Es muy difícil volver, mi amor? Siempre te reías de esa obsesiva costumbre que tengo de llevar cuenta de todas las fechas: El primer día que salimos, el primer beso, la primera carta, la primera noche juntos, el aniversario. Pero, ¿Recuerdas cuando nos casamos? Yo sí, me dijiste: "Esta fecha déjamela a mí, por que te juro por todo lo que soy y lo que tengo, que nunca podré olvidar el día más feliz de toda mi vida" Y ahí, justo en ese momento tuve la certeza de que no sólo me estaba casando contigo, sino que te estaba entregando la vida. Nunca creí en amores tan grandes. Lo vivíamos cada día, eramos felices, los más felices. ¿Cuantos días van desde que te alejaste? 240... 237 para ser exacta.  Se que no te gustaría que lleve esta cuenta, por que se cuanto odias las cosas tristes, pero ¿Qué hago mi vida, si hace 237 noches que estoy despierta? Te juro que trato de ser optimista, de tener fe, se que es lo que quisieras, hoy quiero pensar que estoy más cerca de volverte a ver entrando de nuevo por esa puerta, con una flor en la mano, o bueno sin ella, eso no importa. Pero se que traerías en la bolsa algún chocolate para mi. Con un abrazo, uno de esos de los más tuyos, esos abrazos con los que me sorprendías en la cocina, esos besos que me dabas en el cuello mientras escribía en la computadora, diciéndome cuanto me amabas. Por favor, vida, Dios, destino, sean generosos y hagan que esto vuelva a suceder


Nada fue tu culpa, se que tu hubieras hecho lo imposible para que esto jamás sucediera, y sabes bien que igual yo ¿Lo sabes, verdad? Tu nunca hubieses querido dejarme aquí sola, soy tan inútil sin ti. Por días y días me sentí llena de ira, de dolor. Me negaba a todo, aún me cuesta ir a la tienda por leche. Es que no podía entenderlo, ¿Qué hicimos? Solo fuimos al cine y luego nos tomamos una cerveza en el bar de en frente, siempre íbamos allí, pero esa noche, nose de donde apareció ese horrible hombre, que nos dijo que no nos moviéramos. Quería el dinero, el celular, las llaves del coche. Recuerdo que con tu mirada me dijiste "Voy a protegerte" y te moviste para cubrirme. Cerré los ojos, solo escuche ese disparo y... te desplomaste sobre mi, yo no quería mirar pero lo hice, y  ahí estabas, no sabía si vivo o muerto, no tenía voz, y no se ni hoy como pude gritar y pedir ayuda para tratar de salvarte. Se que Dios fue bueno conmigo, pero hubiera preferido mil veces que esa bala me arrebatara la vida, pero solo me destrozó el alma. 

Tu todavía sigues aquí... o bueno, eso creo, tal vez ya no, por que hace 237 días no despiertas. 
¿Fue mi culpa, mi cielo? 
El hombre que disparó ya esta entre rejas, pero eso no logra aliviarme, no me repara nada, y lo peor es que esto seguirá pasando todos los días, lo veo en el periódico, en las noticias, y no hay nada ni nadie que lo detenga. 

Estoy aquí, en la ventana, esperando... esperando un milagro. Esperando que abras los ojos, que te levantes de esa cama y vuelvas a casa, a leer en tu sofá, a escuchar esa música que no soporto. Aunque no lo creas el gato te extraña, cada que escucha que abren la puerta va asomarse como cuando tu llegabas. Pero se queda como yo, mirando a ninguna parte. Ambos esperamos.

Ya esta saliendo el sol. Creo que tampoco hoy vas a regresar. Tomaré un poco de te, ese que amabas tanto, y me obligare a comer algo, pero solo lo haré por ti, por que me necesitas. Trataré de leer el mismo libro que empiezo y nunca termino porque paso los ojos por encima esperando verte, esperando ver que muevas un dedo para distraerme de la lectura, que me hagas muecas. 

Voy saliendo para el hospital... Otro día menos para esperar que vuelvas.


Comentarios

Entradas populares