Aborto: Carta a mi bebé.


No sé cómo empezar... no sé que palabras usar ni como presentarme. 

No te conocí, no tuve el valor de hacerlo, pues ni siquiera me atreví a mirar la pantalla del ultrasonido, no quise escuchar tus latidos... no quería saber de ti, no por qué no quisiera, te juro que lo deseaba con toda el alma, pero tenía miedo de comenzar a amarte; no sé si logre darme a entender; No estábamos en el momento correcto, no tenía la edad , ni tenía el dinero, ni siquiera había terminado la universidad, no sabría cómo protegerte, solo tenía miedo. Cuando me enteré de tu existencia, miles de cosas pasaron en mi cabeza: ¿Qué van a decir de mi? ¿Cómo explicaré esto? ¿Qué voy a hacer? 

No quise enfrentar mi error y con esto no me refiero a que tú seas el error, tú no tienes la culpa de nada, el error fue mandarte a traer sin siquiera pensarlo. No sé como pedirte perdón por lo que te hice, te lastime, te dañe mucho... te asesiné cuando seguramente en tu pequeña cabecita solo soñabas con el día en que pudieras correr por el parque y llamarme Mamá. 

Se que soy una criminal, que mis manos estarán manchadas de sangre por lo que me queda de vida, jamás podré reparar esto, no tengo más palabras para justificarme por qué se que no lo hay y... no te pido que me entiendas pero, ojalá un día puedas perdonarme, siento que no era el momento de conocernos.

Espero Dios me perdone por esto, y te permita un día volver conmigo, prometo ser la mejor mamá y darte todo lo que mereces, pero por ahora no me queda más que despedirme, esperando que un día podamos vernos. 



Respuesta:

Mamita, ya no te atormentes más, no llores, no sufras por mi, estoy bien, ya no me duele nada y... tranquila no hay nada que perdonar, hiciste lo que creíste mejor y no soy quién para juzgar tus decisiones mamá. 

No pude ver tu rostro, pero escuchaba tu dulce voz, me ponía triste cuando llorabas, y nunca pensé que yo fuera la razón, lo que menos quería era molestarte, así que siempre estuve quietecita pero como dijiste, no era el momento aún, pero lo sigo esperando con ansias. 

Cuando decidas por fin tener un bebé, si quieres habla con Dios y yo trataré de convencerlo para que me permita ir regresar contigo. Te quiero mamá.


Palabras del autor:
Se la controversia tan grande que puedo generar,
pues todos tenemos diferentes puntos de vista
con respecto a este tema tan debatido; pero, me
arriesgo. (No es un escrito de experiencia propia
ni nada por el estilo) Solo quería aclararlo.



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Que bonita carta.

Entradas populares