Comenzaré a olvidarte... Papá.




Hola.

Se que mil veces me he prometido no escribirte, no tanto por no molestarte, si no por mi propio bien, por que cada rechazo tuyo es como mil clavos en el corazón, y... que por mucho que me quiera hacer la fuerte, me desmorono por dentro. Vivo con la tonta e ingenua idea de que pronto dirás algo... pero ese sueño muere cuando termina el día y me he dado cuenta que ha pasado otro mes sin saber de ti.

Cuando comenzó el 2016 y comí una de esas uvas verdes que ponen en la mesa donde todos piden deseos para este año, yo... si no mal recuerdo, en la número 12 pedí saber de ti. Pero se que no todo es cuestión de desear, sería pedir todo muy fácil así que me propuse hacer la mayor parte y lo demás dejárselo a Dios, a la vida, el destino o de quien quiera hacerse cargo de este asunto. 

Me propuse a escribirte diariamente los 365 días del año, tal vez fallé, pero no por que se me haya olvidado, a decir verdad me daba miedo, y ansiedad hacerlo, tenía miedo al rechazo, aún lo tengo pero lo he sabido controlar, pues antes de mandarte un mensaje me palpitaba el corazón tanto que me temblaban las manos y optaba por no hacerlo. 

Comencé en Mayo, miraba el celular cada 10 minutos esperando una respuesta... pero no la hubo. Intente al otro día... y al otro... y al otro... el 7 de Octubre me decidí marcarte... no contestaste. No sabes lo mucho que me costo llamarte, y lo difícil que fue controlarme, por que por alguna extraña razón la taquicardia comienza, pero... cuando no contestas, todo en mi pecho se vuelve un vacío. Pero al siguiente día vuelvo a intentarlo. Todos los días te platico algo, que comí, que hice en la escuela, lo mucho que extraño mi casa y si he pasado algún examen, a veces te recuerdo algo que vivimos o te platico algo de mi hermano. Se que me lees... pero no me hablas. 

Hoy 22 de Octubre... nuevamente, me haz ignorado, y ... recibí una cachetada desde mi corteza cerebral, me ha preguntado que ¿Qué estoy haciendo? y a veces ni si quiera yo lo sé. Ni si quiera sé como sigo intentándolo, ya pasaron 175 días, no se que me hace pensar que el día 176 será diferente. 

Papá... tengo que mirar fotos tuyas por que cada día voy olvidando tu rostro, ya no se como son tus ojos, ni tus manos, y me duele cada vez que olvido algún gesto tuyo, con mucho esfuerzo recuerdo el tono de tu voz. 

¿Por qué permites esto? Deja de hacerlo, que... yo me esfuerzo por que no ocurra. Y... ¿Tu?
¿En serio puedes vivir? ¿Cómo le haces? Que yo pierdo un poquito de mi corazón cada día de silencio, me es sorprendente pensar lo duro que eres, no digo fuerte, por que fuerte soy yo al no desistir ningún día, pues ya van más de 100 días. 

Pero, esto ya no es sano, he pensado ya mucho en ti, y no estoy pensando en lo que yo siento. Y lo que es mejor para mi. 

Esta carta te la he escrito en medio de un libro de farmacología y apuntes sobre anti - diuréticos, tenía que hacerlo, por que ya no aguantaba decirlo, lo peor es que ya no recuerdo en que fármaco me quede, por estar pensando una y otra vez en todo esto, que no me deja en paz desde hace algún tiempo.

Te seguiré escribiendo, pero esto va a acabar... Aunque yo sea una parte de ti, aunque lleve tu apellido, me hayas dado un hermano y la vida, no puedo seguir rogándote, sí, rogándote por que es lo que he hecho, tratando de recibir una moronita de tu tiempo. 

Yo no te hago falta y eso lo sé de sobra, y... me alegro. Por que tu si me haces falta, y tengo mucho que hacer para dejar de sentir esto, al parecer para ti fue muy sencillo, y me duele más pensar que no te ha costado ningún trabajo olvidarme y creo que hago mal en meterme en tu vida irrumpiendo cada tarde con mis tontos mensajes. 


El 31 de Diciembre... es mi fecha límite. 236 días serán suficientes para hacer que me entre en la cabeza que no me quieres y que tu vida es mucho mejor sin mi. 236 días deben ser suficientes para que yo me resigne y te olvide. 236 días deben hacerme entender que ya no vale la pena seguir soportando un rechazo número 237. 

Ese día, borraré tu número, tus fotos y todo lo que tenga de ti para contactarte, tiraré esa pintura que te regale y no llevaste contigo, tiraré aquel dibujo enmarcado que te dí cuando tenía 4 años. Ese día tal vez no me olvide de ti, pero ese día comenzaré a hacerlo, por que ya no me permitiré buscar algo que me haga detener este proceso. 

El 31 de Diciembre... comenzaré a olvidarte. 

Pd: Por favor... no permitas que lo haga.
Atentamente: 
Y por mucho que te duela, Tu hija.


Comentarios

Entradas populares