Carta a ti (A mi misma)



Querida yo:

Soy tu alma gemela. Bueno, no exactamente. Soy tú, la que ves cuando te miras en los espejos, pero que muchas veces no observas detenidamente, solo ves los defectos, a veces creo que miras con aumento, pues no dejas aquellas pastillas que solo nos están dañando, dejas de comer, porque según tu, somos bastante gordas. Te cambias de ropa una y otra vez, creyendo que todo se te ve mal, y te dejas alguna blusa negra de manga larga porque así te sientes cubierta. 

Diario odias nuestro cabello despeinado, el cual es hermoso, pero tu te sientes pálida, y quieres pintarlo, buscas como hacer nuestros labios más pequeños con maquillaje porque crees que con labios pequeños luciríamos mejor. 

Me siento triste cuando hablas mal de ti misma, porque hablas mal de mi, te crees a veces inferior solo por la vida que hemos llevado, que no ha sido tan mala, tenemos muchas virtudes gracias a ella. Pero cuando lloras y golpeas la pared sintiéndote tan pequeña, deseando no ser tu, puedo jurarte que lloro más, no me escuchas, estoy dentro, puede que esta sea la razón de tus caídas, de alguna manera tengo que demostrarte que estás mal. 

A veces no miras a los ojos al hablar, y tartamudeas mucho ¿Porqué? Yo siempre te digo que seas segura, que no hay mujer con más presencia que tu, pero lo malo es que no lo estás notando. 

Déjame decirte a ti exterior... tus ojos siempre transmiten paz y me llenan de vida, me encanta cuando alucinamos estar en un libro de fantasía... 

Hasta ahora siempre he permanecido callada, imitándote los movimientos al milímetro. 
Tengo muy dominada la técnica, no siempre es algo que me cause felicidad, antes era complicado seguirte la corriente en todo pero ahora cada vez me resulta más fácil, excepto cuando cierras los ojos, claro, que entonces no me ves y me permito tomarme ciertas licencias. Por cierto, lo haces mucho, muchísimo. A cerrar los ojos, me refiero; conociéndote sé que entras en una especie de viaje astral, en el que tratas de abstraerte de todo aquello que no te gusta del mundo en el que vives, que es justo el inverso al mío. A veces imaginas una misma situación una y otra vez, tratando de hacerla mejor y poder vivirla, es sorprendente porque cuando te esmeras pensando una y otra vez en aquello que deseas se cumple en pocos días, no es casualidad, tu lo haces realidad, te admiro, ¡Cómo no tienes idea!



Soy tú. Sí, ya sabes, esa silueta que la gente ve algunas noches de luna llena dando vueltas por la ciudad. Te gusta imaginar que tu vida se compone de una secuencia de video-clips y te deslizas con movimientos suaves, acompasados, como si siguieras el ritmo del preludio de Thriller y en cualquier momento fuera a parecer Michael Jackson con una corte de zoombies, para ser tu partenaire. Son inconfundibles tus pasitos cortos y ágiles, como si caminases por el agua. Vaya, he recordado la "Danza de agua" con espadas, quiza por eso se llama así, por los pasos tan ágiles, cortos, e imprescindibles.

A veces bailas por todo el cuarto aquel vals "Waltz 5" Por toda la habitación, a veces con aquel apuesto caballero "El ventilador" o el señor "Trapeador" Los cuales son muy buenos, jamás te pisan y siguen tus pasos. Siempre practicando aquel vals, para el día que tengas que bailarlo con alguien, tu mirada, tan dulce, que pareciera que de ella salen estrellas. 

Dasi nunca quieres admitirte que eres buena en algo, siempre te ves más defectos que virtudes, pero déjame decirte que eres la mejor, y nunca olvides tener la mirada en alto.


Soy tu otro yo, la de la mirada perdida en otros mundos y la media sonrisa, que se torna en mueca o mohín, según los atardeceres que acuden a tu ventana. 


Soy la actriz de esa película que recuerdas en sepia, con cigarrillo al borde de los labios -como si estuviera a punto del suicidio arrojándose desde ellos- con la ceja arqueada bajo el sombrero de medio lado, si soy esa energía que te hace levantar la ceja derecha, siempre luciendo tan coqueta, soy aquella también que muerde tu labio al sentir nervios, soy la que te obliga a guiñar el ojo un par de veces, Soy la mujer que reparte saludos cada vez que saludas a alguien, te subes al transporte, te hago hablar con algún desconocido en una fiesta, te hago decirle algún cumplido a aquella persona que acabas de conocer, siempre queriendo causar una vida con aroma a primavera, en fin soy esa parte de ti amable y dulce, sensible y tierna  pero malvive huérfana de abrazos. Soy esa ingenua que cree que el amor mueve el mundo desde que tiene uso de razón. Esa que tiene aquel trastorno del "Principe azul". Pintas de ternura todo el cielo con la simple ilusión de la inocencia, si Dany tienes inocencia.

Esa que adquirió la cordura de golpe, tras casi perder la vida o ganarla, maduramos jóvenes, fue duro, pero fue algo bueno en parte, pero aun seguimos con un corazón sensible con ilusiones. Crees aun en un caballero de cuento de hadas, que te verá como la princesa más linda del "Reino" No importa cuanto nos hayan dañado el corazón, siempre sonríes con esas fantasías tan tuyas.

Soy esa que camina descalza por la playa en Julio, no sabe nadar pero aún así se mete al agua, siempre creyendo que el salvavidas irá por ella si algo sucede. 
La que habla con el mar desde los acantilados en los que se derrumba la ciudad en sombras. Soy la que acaricia a los perros abandonados y adopta a las almas sin dueño. 

Soy –eres- la que se enamoró por primera vez a los 9 años y la que dio su primer beso a los 15 antes de la clase de repostería, Besar resulta ser difícil, por no hacerlo mis relaciones no duraban nada, esque es complicado, nadie era el indicado (Quiero pensar eso)


 

Soy la que rompió unos cuantos corazones equivocados. A la que llamaban "Perra" Cada vez que lo hacía tan déspota pareciendo que no tenía ni un poquito de empatía.

 Soy la que lloraba por amor o por algo que se le parecía mucho –y dicen que de amor ya nadie muere…(Tengo mis dudas) 

Soy la que vio trescientos amaneceres seguidos sin dormir y luego durmió quinientas noches, hasta que la despertó un príncipe azul que tenía demasiada prisa –un profesional del beso anti-encantamientos- que se marchó a besar a otras princesas hechizadas. 

Soy la que perdió muchas cosas en este camino, pero ganó (ganaste) más. Conocí gente que creí que estaría conmigo toda la vida, que pronto desapareció y ahora se comporta como desconocida cuando nos cruzamos en la calle. Todos se llevaron algo de mí (de ti) y me dejaron (te dejaron) algo suyo. Me quedo con eso y con el recuerdo.


Soy la que conoció a otros pensando en que no me dejarían huella y siguen aquí, a mi lado. Puedo decir que reí mucho y lloré más. Lloré por dolor, por amor, por miedo, por alegría, por despedidas, por muertes, por nada…porque desahoga, porque humaniza, porque ennoblece, porque no pude evitarlo…

Soy -eres- la que escribe casí cada noche, porque en el día no se inspira, canta a media noche, sin importar que los vecinos hagan berrinche por no poder dormir. 

Soy –eres- la que suele hablar a destiempo y eso me costó alguna amistad. Comprendí que a veces la verdad no siempre es el mejor camino, o al menos, no el más fácil. A veces invento verdades a medias. Creo que no hago mal a nadie. La vida es un puñado de verdades a medias que te ayudan a sobrevivir hasta que descubres la realidad. 
Suelo enfadarme (Bueno tu, tu eres la que te enfadas) Gritas, y jamás te guardas nada, Soy -eres- aquella que jamás va a dejar que le vean la cara, que por más que te duela, vas a decir todo lo que sientes. Has renunciado a miles de cosas con todas las lagrimas del mundo, pero siempre que dices "Si" es Si, y el No, en verdad es "No" . Creo que tengo muchas cosas. La mayoría son pequeñas e invisibles. Son las que me hacen más feliz. 
Soy la que escribió muchas cartas en papel, que fueron contestadas por otras tantas que aún conservo. Son el testimonio de un pasado que recuerdo con nostalgia, pero sin ganas de volver a vivirlo. No echo de menos a la que fui, porque a pesar del paso del tiempo, sigo reconociéndome en los espejos y eso me gusta. 

Podras engañar a todos, pero nunca me podrás mentir a mi, yo conozco todo de ti, se que hablas con Dios todas las mañanas a penas despierta. Se que no puedes sentarte en el pasto, siempre piensas que habrá arañas. Ves el futbol y siempre le vas a apostar al mismo equipo aunque sabes que puede perder. 
Siempre pides deseos al mirar las estrellas, incluso a veces les hablas. A veces hablas sin pensar en que sentirá la otra persona, o sin pensar lo que vas a ocasionar, y si resulta mal, suele no importarnos mucho. 



Aveces creemos no tener corazón, pues podemos ser crueles, a veces somos muy cobardes.
Eres aquella que ha tocado el piano a las 2 de la mañana teniendo una cerveza alado, la que toca el xilófono en la azotea generalmente en Diciembre, siempre con las mejillas tan rosadas y estrellitas en los ojos.

Yo solo se lo que sentías cuando estuviste en depresión, ¿Recuerdas? Dormiste por semanas, no te levantabas, incluso ni recuerdos tenemos, nos dolía la cabeza al despertar y volvíamos a dormir, solo queríamos dormir para dejar de llorar, creo que entramos en coma, años antes habías dicho que querías entrar en coma un tiempo, lo hicimos, y salimos de allí, solas, de hecho en esas semanas hablamos mucho, teníamos la cabeza llena, el corazón atrofiado, nos olvidamos de nosotras, nos olvidamos de vivir.

Se como extrañas trepar arboles, correr por los techos, y ahora no puedes, ni yo tampoco, estamos en este cuerpo, desgraciadamente con un problema en el equilibrio, pero debemos aceptarnos, yo te acepto. 
Sigue siendo tan rara, tan loca, déspota, ocurrente, impertinente, impuntual! Soberbia, humilde, enojona, igual nos apasionamos al llorar, al enojarnos, gritamos a morir, aventamos todo, pero somos un caramelo al final, (cuando quieres)

Querida amiga yo, pase lo que pase, no olvides seguir siendo tú (…guiño al espejo…).




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